El mar está en calma. Nada a la vista hasta que, de repente, unas extrañas naves cargadas de hombres y mujeres que parecen demonios se alzan en el horizonte. Cada vez más cerca del municipio de Catoira, sus gritos y los aullidos de sus cuernos hacen a los vecinos de esta localidad gallega temer por su vida y posesiones. Los vikingos llegan para quedarse con todo.
Las historias del pasado marcan la vida y la idiosincrasia de un pueblo, y esto ocurre en Catoira, una pequeña villa de Galicia en la que cada primer sábado y domingo de agosto escenifican la llegada de las primeras invasiones vikingas a la zona.
La fiesta vikinga de Catoira, declarada de Interés Turístico Internacional, comenzó a celebrarse en 1960 con actos tales como una romería vikinga, una cena temática y otros actos centrados en esta cultura tan ajena a la nuestra.
El desembarco de Catoira
Uno de los momentos de mayor interés de los actos es el desembarco vikingo de Catoira. Y es que verdaderas embarcaciones vinkingas —construidas bajo las instrucciones y los métodos de esta cultura— fueron fabricadas en la década de 1990 y desembarcan cerca de las Torres del Oeste cada primer domingo de agosto por la mañana.
Una vez en tierra, los bárbaros se encuentran con la “resistencia” de los cristianos de la zona de Catoira, que no cejan en su empeño de rechazar la invasión. Un momento de acción y aventura que merece la pena disfrutar.
La convivencia en Catoira
Pero más allá de las luchas y la enemistad entre los dos pueblos, el objetivo final de la romería vikinga es celebrar la riqueza cultural y gastronómica de la zona: degustaciones de vino de la tierra, mejillones cocidos in situ, pruebas deportivas, representaciones teatrales y otras actividades completan un fin de semana que atrae a miles de persona a este pueblo pontevedrés.
Finalmente el objetivo de la fiesta es conocer la historia de nuestras costas norteñas, aprender de una cultura tan ajena como fascinante y disfrutar de la braveza de los fieros guerreros vikingos, que durante siglos saquearon las costas desde las zonas nórdicas hasta España con su dominio de la tecnología naval.
Cómo llegar a Catoira
Para llegar a Catoira lo ideal es ir en un vehículo propio o alquilado. Aunque hay líneas de autobús, estas acaban en poblados cercanos, de manera que desde ellos hasta Catoira tendrás que solicitar un taxi o buscar otro método. Lo mismo ocurre con el tren.
Comer y dormir en Catoira
Nada mejor que visitar la Taberna Vikinga si vas a Catoira. ¿Por qué no hacer la inmersión total en la historia? Cocina casera en un ambiente muy cercano al de aquellos invasores. No dejes de probar el pulpo y, por supuesto, sus postres.
El mejor alojamiento, por otro lado, está en los distintos complejos rurales que hay por la zona. Eso sí, si vas a la romería vikinga debes buscar dónde hospedarte con tiempo, pues son unas fiestas cada vez más populares y año a año son más las personas que se reúnen allí para disfrutar del acontecimiento.